Por Andrés Madero
Director de Arquitectura de Red en Infinera
Con el reciente lanzamiento de los últimos estándares 3GPP 5G New Radio (NR) y las primeras redes 5G reales que potencialmente entrarán en funcionamiento en 2018, las redes de transporte 5G-Ready continúan evolucionando hacia un territorio mapeado a medias.
Aunque la próxima generación será una extensión y evolución de la infraestructura de transporte móvil 4G existente, la actitud de “esperemos y veamos” no es una opción. Al observar detenidamente su infraestructura a través del prisma 5G, los operadores de telefonía móvil proactivos identifican oportunidades para asegurarse de que todas las actualizaciones y extensiones sean pasos en la dirección correcta: hacia el futuro, hacia el 5G.
Con la transición de 2G a 3G a 4G, el público se ha acostumbrado a la idea de que un nuevo estándar significa una red completamente nueva, con proveedores que compiten por ser los primeros en implementarlo. Los operadores quieren competir por estar a la vanguardia en la comercialización del 5G, pero esta vez no estamos reemplazando la red 4G, sino extendiendo su alcance hacia celdas 5G más pequeñas y evolucionando hacia nuevos estándares 5G.
El verdadero impulso para 5G no es un conjunto único de aplicaciones, sino un amplio grupo de servicios con requerimientos específicos como:
La banda ancha mejorada amplía naturalmente las capacidades del ancho de banda de 4G por usuario para permitir que 5G se perfile como un reto en los mercados de banda ancha residenciales y comerciales. 5G superará, al menos, en diez veces la velocidad de 4G, lo que hará posible el almacenamiento en la nube de video clips en HD y soporte para video 4K.
Las comunicaciones masivas originadas en máquinas están orientadas hacia Internet de las Cosas (IoT), con hasta un millón de conexiones por kilómetro cuadrado o 100 dispositivos en una habitación. En comparación, 4G actualmente sólo llega a unos pocos miles por celda.
Muchos de los servicios 5G previstos utilizarán una combinación de estas capacidades; por ejemplo, la realidad virtual (VR) requerirá alta capacidad y ultra-fiabilidad con baja latencia.
El acceso 4G existente debe extenderse como capilares en una fina red de células pequeñas que retroalimentan las arterias de transporte existentes. Esto requiere una gran inversión, parcialmente compensada por el hecho que las antenas 5G pueden ser mucho más pequeñas y usar menos energía. También conservarán la energía enfocando las señales con mayor precisión en lugar de emitir de manera pareja en todas direcciones a la vez.
Las redes celulares existentes dependen en gran medida de los enlaces de fibra óptica para conectar las torres de telefonía celular a la red central. A pesar de que la conexión inalámbrica de alta velocidad puede llenar el vacío cuando el tiempo o el costo imposibilitan la colocación de fibra, la única tecnología que admite consistentemente la oleada de demanda y calidad de servicio de 5G será la fibra. Cada celda de una red capilar 5G es mucho más pequeña que una típica 4G, pero hay tantas, y las aplicaciones son tan exigentes, que la demanda total de ancho de banda en la red de transporte será enorme.
Cobertura de celdas 4G y 5G
Tengamos presente, entonces, que es necesario llevar la fibra lo más cerca posible de las celdas pequeñas para satisfacer esta demanda. Habrá una necesidad de instalar muchos nodos de red más compactos y eficientes en el uso de la energía, donde sea que puedan ser acomodados económicamente. Con un aumento masivo en la cantidad de instalaciones de fibra, los gastos de puesta en servicio y operación también se dispararán, a menos que se tenga un cuidado especial para elegir el equipo óptico más compacto, confiable y fácil de mantener.
Los principales proveedores de equipos ópticos están conscientes de estos desafíos, por lo que desarrollan soluciones más adecuadas para redes con profundidad de fibra. Este entorno de acceso 5G mucho más denso, incluso con una mayor inteligencia ubicada hacia el borde, ejercerá una gran presión sobre la infraestructura ascendente.
En tiempos de cambio, los patrones de compra tienden a estabilizarse hacia la conveniencia que implica el aprovisionamiento ofrecido por un proveedor único con el que hay familiaridad. Con el cambio a 5G, ya estamos viendo una mayor presión competitiva entre los operadores móviles y entre los operadores mayoristas que alojan servicios de transporte 5G. Esto está obligando a los compradores a exigir un mayor rendimiento, una mayor eficiencia y especificaciones más exigentes, impulsando un cambio hacia las soluciones más agregadas de su clase.
La preparación para 5G es un desarrollo continuo y seguramente veremos anuncios tempranos de servicios 5G sobre la base de que cumplen con velocidades 5G u otros criterios sin proporcionar el servicio móvil 5G completo. Los principales eventos deportivos, con su enorme cobertura televisiva mundial, ofrecen una oportunidad increíble para que los operadores exhiban sus capacidades 5G. Para 2022, podemos esperar que haya un número significativo de espectadores de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing que utilicen dispositivos de Realidad Virtual 5G con un efecto espectacular.
Mientras tanto, los operadores móviles deben trabajar de manera constante hacia estas capacidades con el transporte móvil 5G-Ready que optimiza las redes 4G actuales y proporciona el alto rendimiento requerido para un total de 5G en el futuro.