Por José Ángel Barba
Gerente Regional de Negocios, Textil de Epson para América Latina
Desde su aparición, la sublimación de tinta ha permitido que emprendedores y grandes productores de textiles puedan diferenciarse de su competencia gracias a las capacidades que esta técnica de estampado ofrece. Aprovechando el fenómeno físico de la sublimación, la tinta convertida en vapor es capaz de penetrar los tejidos y adherirse a las fibras de poliéster casi de forma permanente; antes de notar una pérdida de color en una prenda estampada con esta técnica, la tela se desgastará y se desechará.
La combinación de colores que una moderna impresora digital puede crear permite plasmar en papel cualquier diseño o imagen sin importar la cantidad de tonos o efectos que tenga. Una vez con nuestro diseño impreso en el papel, basta aplicar calor y presión con una prensa, para transferir la tinta a la tela o a una gran variedad de artículos publicitarios para así obtener productos con colores vivos, degradados suaves, sombras y detalles asombrosos de forma increíblemente sencilla.
Algunos de los mercados donde la sublimación se ha posicionado como un gran aliado en el estampado de tela son los de deportes y moda, desde los uniformes para correr en una de las tantas carreras que proliferan cada semana, los populares leggins, uniformes de futbol y una lista abundante de deportes hasta exclusiva ropa de diseñador, pasando por moda casual, fast fashion y ropa de hogar (que ya no son tan blancos).
La sublimación de tinta se ha convertido en una gran alternativa a la hora de emprender un nuevo negocio o incentivar el desarrollo de los ya establecidos, ya sea para ampliar el portafolio de servicios de empresas enfocadas en las artes gráficas o para compañías de cualquier tamaño que se dedican a la fabricación de ropa. Esta técnica de estampado digital permite tener una producción con costos predecibles, un proceso muy sencillo y más ecológico respecto a los procesos analógicos.
Para empezar a “sublimar” se necesita una computadora, impresora, una prensa de calor (plancha), tela poliéster o artículos listos para sublimar, también conocidos como sublimation blanks, y, lo más importante, dejar fluir nuestras ideas e imaginación.